
Al entrar en el avión recuerdo que debían haber diez personas sentadas en la parte delantera, pero claro, era del palo privado. Era algo que llamaban "zona bussines" o algo así. Ya sabes de qué va el percal. Yo era un puñetero hipster clase turista de mierda ¿pero qué más daba? a casi diez mil metros de altura dejas de ser un "señor" y te conviertes en una alubia, un sedimento cuarteado, como una de esas moñigas de paloma...sentado en el vientre de aquél enorme pájaro y esperando a ser cagado en alguna otra ciudad que no fuera la mía.
Siempre que vuelo lo hago SUPER borracho. Las chicas de la cafetería del aeropuerto se portan bien conmigo y me regalan algunas birras. A una le di un billete de diez y me devolvió dos de cinco y un guiño. "no está mal" no, no está mal. Abordo hay niños, ancianos, ejecutivos. Pero eso ya no me pone nervioso como antes. He superado mi miedo a volar, aunque nunca se me ha dado bien eso de ser pasajero. No voy armando broncas ni nada, a ver si me entendéis. Simplemente que no me hago con eso de estar sentado y atado a un cinturón mirando con calma por la ventanilla como casi nos salimos de la estratosfera. Y CLARO, me pongo super nervioso. Me gasto una fortuna en gins con sprite allá arriba. Para cuando vamos a aterrizar, lo mismo me daría que nos estrompáramos de bruces contra la pista. Es una pelma tener que coger un avión. Lo digo por todo: facturación....espera...."dingdong señores pasajeros con destino...."...el puto detector de metales....el paseo por el finger hasta subir abordo. Pero qué se le va a hacer. Vivimos en unas colonias que huelen realmente mal. Jajaja. Sí. Ja-já.
1 comentario:
Los gins con sprite siempre funcionan, y qué deshueve éste post, me hizo desternillar de risa :)
Saludos!
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